Muchos edificios antiguos carecen de un buen aislamiento en sus fachadas. Esto puede conllevar numerosos problemas: un incremento del consumo energético, humedades, una gran cantidad de ruido en la vivienda… Por eso, en estos casos, es necesario reformar nuestra fachada incluyendo un buen sistema de aislamiento.
¿Qué es el aislamiento?
Aislar una vivienda consiste en un procedimiento de rehabilitación donde aislamos los elementos de contacto de los factores externos. De esta forma, conseguimos mantener en el interior el calor o el frío según la estación en la que nos encontremos. Además, es una de las medidas más importantes al reducir el consumo energético de una vivienda.
Un buen aislamiento te proporciona beneficios como:
- Reducir el coste de tu factura energética
- Mejorar el bienestar de las personas que habitan esa vivienda
- Reducir las emisiones de tu vivienda
- Eliminar la condensación
- Mejorar la acústica reduciendo los ruidos externos
- Añadir valor a tu edificio
Tipos de aislamiento que podemos utilizar
Tenemos dos tipos de aislamientos:
- Aislamientos de fachadas por el exterior:
- SATE: se instalan paneles aislantes en la fachada exterior. Este método sirve tanto de aislante como de impermeabilizante, evitando las filtraciones de agua también.
- Aislamiento térmico con espuma de poliuretano proyectado: Se instala una capa de espuma de polietileno de 30 mm en la facada medianera en derribo o en las fachadas interiores.
- Revestimiento directo sobre aislante: En este caso incorporamos planchas rígidas con un material aislante que se fija directamente al muro utilizando adhesivos y revistiendo con un mortero el resultado final visto.
- Aislamientos de fachadas por el interior
- Aislamiento con cámaras de aire: Se inyecta un aislante con forma de espuma o gránulos en la cámara de aire utilizando pequeños taladros o aberturas de tamaño mediano.
Puntos importantes para el aislamiento
Además de las fachadas, hay otros elementos que es importante aislar. Esto se debe a que son puntos por donde se producen pérdidas térmicas. Estos puntos son principalmente dos:
Ventanas:
El principal punto por el que se producen más fugas de la temperatura interior. A la hora de aislarlas debemos tener en cuenta el material de su marco, el sistema que tiene de apertura y de cierre y el tipo de vidrio.
Cubiertas: Existen varios tipos de aislamiento de cubiertas como, por ejemplo, el aislamiento bajo teja por el exterior, por el interior o sobre teja con aislante proyectado.
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