
Parece imposible pero los edificios se mueven, se contraen y se dilatan dependiendo de diferentes factores. Algunos son cambios de temperatura y/o humedad, y rompen por las zonas mas débiles, en muchos casos aparecen grietas en ladrillos.
Para gestionar estos movimientos se hacen las juntas de dilatación.
Entre dos edificios independientes, la lógica dice que le ponemos entre ellos una junta de dilatación.
Pero…. ¿y cuando hacemos un edificio y tenemos zonas que dilatan o se contraen a diferente velocidad o de diferente manera que otras?, ¿Qué ocurre?

En estos casos aparecen las temidas grietas, estas grietas son indomables. Romperán lo que se encuentren por el camino, enfoscados o ladrillos. Si se reparan de forma incorrecta, no tardaran en reaparecer. Por eso no podemos emplastecer y pensar que ya se ha solucionado el problema.
Una de las mejores soluciones, siempre que la zona lo permita y estéticamente quede bien, es abrir la grieta y hacer una junta de dilatación.

Una localización típica para la aparición de grietas en ladrillos es el encuentro de una fachada con una terraza. En concreto, con el peto de una terraza.
El peto de la terraza es el murete de media altura que protege a las personas que están en la terraza de poder caer.
Los hay de diferentes alturas, pero lo habitual es que ronden el metro y veinte centímetros de altura.
En el encuentro de este murete y la fachada del edificio, es muy normal la aparición de grietas.
Para reparar el problema, lo primero que hay que hacer es un corte con una radial para manifestar las grietas en ladrillos existentes.
Con esto, definimos la zona donde crearemos la junta de dilatación.

Seguidamente se revisarán todos los ladrillos de la zona afectada por las grietas.
Eliminaremos todos aquellos que estén deteriorados o con posibilidades de desprenderse.
Llegaremos hasta el alma del ladrillo o hasta una base firme y se sustituirán por plaquetas de ladrillo nuevas de tamaño, material y color similar a los ladrillos originales.
En este momento no tiene que haber ni rastro de las grietas y ya tendremos replanteada lo que será la junta de dilatación.
Ahora tenemos que limpiar muy bien todos los restos de obra que hemos generado al sanear ladrillos y al crear el hueco que será la junta de dilatación.
La pregunta ahora es ¿por qué poner algo en la junta?.
Realmente podríamos dejarlo así y haría su función, el edificio se podrá dilatar y contraer y no aparecerán nuevas grietas.
Dispone del espacio necesario para no tener que romper el material que está en la zona que más dilatación sufre.

La respuesta es que simple, se sella la junta para evitar filtraciones de agua, entrada de viento, entrada de pequeños seres vivos o incluso proteger los bordes de las estructuras. Productos como SIKAFLEX, son capaces de absorber sin roturas estiramientos del 400 % de su tamaño inicial.
A primera vista podemos pensar que cuanto más material sellante pongamos, mejor es la junta de dilatación y más resistirá.
Esto no es correcto, cada material tiene sus propias características y unos milímetros o centímetros correctos para su aplicación.
Si tenemos demasiada profundidad de junta, la corregiremos con un “fondo de junta”.
Debe ser un material compatible con el material sellante y no adherirse a él.
En el caso de que tengamos demasiada distancia entre los bordes de junta, tendremos que recrecerlos. Una vez que tengamos la medida adecuada, nuestro sellante tendrá su mejor rendimiento.

Por último, recordar que podemos utilizar diferentes colores para el material de sellado de la junta de dilatación.
Habitualmente, el acabado más elegante será utilizando el color más similar al resto de la fachada o bordes de junta.
Y hasta aquí la explicación de cómo solucionar la aparición de grietas en ladrillos en los encuentros de los petos de terrazas con la fachada del edificio.
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